sábado, 1 de marzo de 2008

Cuando uno hinca tanto los codos...


...como yo, hay momentos en los que te "desesperas" un poco, te enfadas, piensas "joder, qué de cosas", "¿se piensan que no tenemos vida propia y solo tenemos que estudiar?, te levantas y te vas a tomar al aire, a ver la tele...pero a los 5 minutos estás de vuelta y sigues estudiando porque eres consciente de que estudiar es una elección propia. Tú has decidido estudiar porque quieres tener una buena calidad de vida y, en nuestro caso, ser capaz de dar una buena calidad de vida a los demás con tus conocimientos.
Generalmente tus padres te dicen que estudies, que te prepares lo más posible porque cuanto más sepas y menos gente tengas "por encima", mejor será tu vida laboral. A mí, claro, ya no me lo dicen pero en su día me lo dijeron; no soy padre, pero a mi edad ya podría tener un hijo casi adolescente y seguramente estaría muy preocupado por él en este sentido. Puedo hablar de ello en primera persona, porque en los 10 años de ejercicio de mi profesión, me he topado con decenas de personas que estudiaron en su día y que, a pesar de ser unos imbéciles integrales y unos incompetentes, tienen el "poder" de mandarte lo que tienes que hacer y tú no tienes más remedio que hacerlo porque hay un contrato en el que te obligas a ello.

Pero no hay que "rallarse", no todo es negativo; por suerte puedo decir que en los lugares en los que he estado me he encontrado con personas absolutamente increíbles. Grandes profesionales (con o sin formación específica), gente competente, divertida, amable, comprensiva de la que he aprendido muchísimo.
Casi que es lo mejor de trabajar con gente codo a codo, ese buen rollo que se crea, esa ayuda recíproca que no tiene ni que pedirse porque surge sola cuando es necesario.

Al final, lo importante es que tu actitud te permita tener la mente abierta y que conserves la capacidad de sorprenderte con cualquier cosa; no hay que olvidar el pasado pero tampoco hay que vivir en él y tan solo hay que dar pasos atrás para coger impulso y ser capaz de disfrutar de cada día. El día de mañana seré feliz si creo que no he sido uno más y que de una forma u otra, aunque sea en una sola persona, he dejado una huella...

1 comentario:

Anónimo dijo...

joder tio..
q profundo
me has llegado al alma,
va.. ahora a estudiar kinee

nos vemos mñna!
un chino?
xd